“El Día Nacional Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación se recuerda en Bolivia cada 24 de mayo a raíz de un hecho que marcó la historia boliviana en 2008 por los vejámenes que sufrieron cientos de campesinos en la ciudad de Sucre cuando fueron recibidos a golpes por algunos grupos radicales y conducidos por la fuerza a la plaza 25 de Mayo, donde fueron obligados a desnudarse y pedir perdón, para luego sufrir una serie de maltratos físicos y psicológicos.”
No había transcurrido el medio día y en la ciudad de Sucre que fraguaba una de las páginas más cobardes de nuestra última historia. Con la fuerza del orden que se acababa de replegar debido a los constantes ataques por parte de manifestantes organizados desde la prefectura, el comité interinstitucional, la Federación Universitaria Local y otras organizaciones opuestas al gobierno de Evo Morales quien había anunciado para este día la entrega de ambulancias para las comunidades rurales, a esta entrega se hicieron presentes autoridades y campesinos del departamos de Sucre, quienes no imaginaban que horas después serían objeto de ignominias propias de la barbarie colonial.
A las 13:00, la turba ya tenía cinco rehenes campesinos que fueron trasladados a pie hasta la plaza central con la intención de que pidieran “perdón” por los muertos de noviembre. Fueron insultados, golpeados y robados, el primero en ser detenido fue el alcalde de Mojocoya, Ángel Vallejos; le siguieron otros dirigentes campesinos. Media hora más tarde, otra turba retuvo otros 50 rehenes, y también les llevaron hasta la plaza con el dorso desnudo. Los habían cercado. Luego de largas negociaciones, accedieron a “entregarse”, con la promesa de no ser golpeados.
No hubo piedad. Llegaron hasta la plaza central, les hicieron pedir perdón de rodillas, fueron trasladados como un rebaño y luego los llevaron hasta la calle Bolívar en donde algunos manifestantes y otros ciudadanos facilitaron su huida, algunos llegaron al Comando de la Policía.
Así, en medio del sollozo indignado de hombres y mujeres, en medio del dolor de quienes escuchábamos la crónica de lo ocurrido, de la desesperación de muchos, pero desde la complicidad y satisfacción de quienes participaron de este golpe a la dignidad humana, finalizó un día que pronto sería un recordatorio y una llamada a la conciencia, este episodio no debiera repetirse bajo ningún motivo.
El gobierno de Evo Morales, promulgo luego un D.S. que iniciaría el proceso de la promulgación de la ley 345 “Contra toda forma de discriminación y racismo”
Hoy, estos hechos lejos de ser superados, con vividos de otro modo. Han tomado el poder los mismos que en 2008 organizaron a esa turba racista y que luego, en la asamblea negaban el hecho o lo tildaban de “autoatentado” por parte de los movimientos sociales.
Hoy, son estos mismos quienes han gestado un golpe de Estado y que nuevamente han movilizado a la población para conseguir sus intereses, son quienes no quieren dejar el poder que les ha sido otorgado de manera transitoria. Estos personajes, con otros rostros pero con el mismo odio, son parte de un grupo que gobierna para aquellos que hace más de una década humillaban y golpeaban, y persiguen a los mismos que humillaron bajo la consigna de “acabar con la sedición”.
Los perpetradores de tal episodio no fueron identificados, no son juzgados y nuestra sociedad no logra sanarse de esta herida acumulada en cientos de años. Los que nos humillaron y golpearon en el pasado, hoy nos gobiernan.
Vea el video completo de la humillación de cientos de campesinos en Sucre el 2008:
Destiempos
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