En conferencia de prensa realizada en la ciudad de Santa Cruz, el ministro de gobierno, Arturo Murillo, negó la brutal represión acontecida en la localidad de Sacaba en noviembre del año pasado, cuyo resultado fue 9 muertos y un centenar de heridos.
Murillo anunció procesos penales contra dirigentes del trópico cochabambino, acusando a pobladores de esta región de “delincuentes” debido al descontento de la población por la presencia policial y la falta de coordinación en el lugar.
En palabras del recién nombrado encargado de la lucha contra el COVI 19 en Scz por el gobierno de facto “Dirigentes masistas y cocaleros generaron muertos ellos mismos porque las fuerzas armadas no dispararon un solo tiro” “lo hicieron ellos para victimizarse”
Recordemos que este hecho de sangre aconteció cuando los manifestantes del trópico cochabambino intentaban avanzar hacia el centro de la ciudad en una marcha que repudiaba el golpe de Estado en Bolivia. La brutalidad de la represión buscó impidió que se realizara.
A raíz de este hecho, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo público un informe donde se concluye, luego de una investigación de expertos, que en Sacaba y en Senkata acontecieron masacres con resultado de fallecidos, heridos y detenidos fruto de la acción militar-policial.
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