A primera impresión, pareciera tratarse de una comparación absurda, sin embargo, estos personajes comparten algunas características y sucesos en común. Te invito a conocerlas a continuación.
Jeanine Añez y Adolf Hitler provienen de una familia de clase media y tuvieron acceso a educación primaria y secundaria.
La vida profesional de Jeanine, como abogada, no tuvo muchas luces, por no decir que fue mediocre. Además tuvo un paso fugaz por los medios de comunicación, en los cuales no adquirió mayor notoriedad. De la misma forma, la juventud de Hitler, estuvo plagada de frustraciones y derrotas personales, ya que no pudo conseguir ingresar a la Academia de Bellas Artes por falta de talento, posteriormente se incorporó al ejército alemán, consiguiendo el grado de cabo en la Primera Guerra Mundial, pero no logro otro ascenso, supuestamente por carecer de dotes de liderazgo. Ambos personajes no se destacaron en sus respectivas profesiones u ocupaciones previas al inicio de su vida política.
La ideología política de Añez está salpicada de intolerancia,racismo y el desprecio de las naciones indígenas, lo cual se refleja en declaraciones y publicaciones, entre las cuales podemos citar: “En mi región nosotros no queremos ser el Collasuyo, no queremos una bandera como la wiphala, queremos ser siempre Bolivia, queremos la bandera rojo, amarillo y verde. Con la que nacimos como país y así queremos morir.” O los Tuits:”Que año nuevo Aymara ni lucero del alba!! Satánicos, a Dios nadie lo reemplaza!!.”, “Sueño con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas, la ciudad no es para los indios que se vayan al altiplano o al chaco”. De la misma forma, Adolf Hitler fundamento su discurso político en su profundo odio hacia los judíos y otros grupos sociales presentes en Alemania, inculpándolos de las desgracias del pueblo alemán.
La llegada al mandato presidencial de Añez, carece totalmente de legitimidad y representatividad, ya que esta no es producto del voto del pueblo, sino de una serie de maniobras políticas y legales para implantarla en el poder. Por su parte, Hitler tampoco logró salir victorioso en elecciones democráticas, sino que fue nombrado canciller de Alemania por el presidente Hindenburg, para posteriormente, tomar por asalto los poderes del estado, en medio de la histeria colectiva, generada por él mismo; mediante una “Ley Para Aliviar las Penurias del Pueblo”, logrando así convertirse en el hombre más poderoso de Alemania.
El inicio del mandato de ambos personajes, estuvo bañado por el uso de la violencia contra los disidentes, quienes fácilmente podrían ser la mayor parte del pueblo, ya que como se mencionaba anteriormente, la llegada al poder de estos no fue por la vía democrática. En el caso de Jeanine Añez, dos masacres en las que, según el informe de la CIDH, hubo un saldo de 36 muertos y más de 500 heridos, además de cientos de detenciones y tortura a líderes sindicales y políticos, fueron necesarias para sofocar las movilizaciones, que amenazaban seriamente con echar por tierra el flamante régimen. Por su parte, Hitler, luego de descabezar a todos los sindicatos y desarticular a los partidos políticos opositores, culmino su plan de consolidación, con la “ Noche de los cuchillos largos” en la cual se ejecutaron sistemáticamente varia asesinatos político, teniendo un saldo de 85 muertos y más de 1000 arrestados.
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