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¿Qué implica flexibilizar el tipo de cambio para Bolivia?

#Columna | Juan Illanes Gilmet

Podemos empezar desde el principio. Sí, sería lo mejor, pero a la mayoría de la gente no nos gusta escuchar el principio y por eso terminamos por entender a medias en el mejor de los casos o entender mal.


Podríamos contar que el sistema monetario que tenemos se llama fiduciario que como las típicas bromas sobre la etimología de nuestro idioma proviene del latín “fiduciarius” que significa que algo depende de la confianza.


Si señores, nuestro dinero no es más que papel de colores sin valor alguno más que la confianza que tenemos en que alguien aceptará y nos dará algo que si tiene valor, como comida, una casa, un servicio, etc.

Pero ¿cómo puede ser? La mayoría de la gente cree que ese papel que llamamos dinero está respaldado por algo real, en muchos casos podríamos creer que es oro o alguien más curioso puede haber deducido que al menos está respaldado por un depósito de monedas en algún banco central.


Sin embargo, en la mayoría de los casos no es así. Nuestro dinero está únicamente respaldado por la promesa de que vale en todo el territorio donde tiene circulación legal o incluso fuera de las fronteras donde las casas de cambio nos dan dinero del país en el que estemos que también es “papel de confianza”.


Nuestro sistema así, es el típico fraude piramidal.


Para quien no lo sepa, este tipo de fraude se basa en la promesa del defraudador de darte ganancias si inviertes en su negocio, sea cual sea.


Para que el fraude surta efecto y sea duradero en el tiempo, el tipo listo necesita muchos tontos que le den su confianza y su dinero, y estos a su vez también necesitan otros, por lo que se suman al fraude. Este dinero sirve para pagar a los primeros tontos, y cada nuevo tonto pagará la confianza del anterior, creándose así una pirámide en los que los de la base pagan lo de los demás.


Lo malo es que esta pirámide necesita estar en constante crecimiento, sino se derrumba, pues siempre existirá un último tonto que no recibirá nada.


Los primeros defraudadores, quiero decir banqueros de la historia, fueron los comerciantes genoveses del siglo XV, que en aquella época realizaban sus transacciones en monedas de oro y plata sentados en un banquito de madera, de ahí que se los llamara banqueros.

Pero su negocio era tan exitoso, y el mundo se había convertido en algo tan vasto, que no podían acarrear las inmensas cantidades de oro y plata que tenían que pagar por productos en la India o China, o traer sus ganancias de aquellas partes, pues además del coste de transporte, estaba el peligro de ser atracados, perdiendo la totalidad de los productos y las ganancias.


¿Qué hacer entonces? Pues un banquero genovés tenía un amigo de confianza en su oficina de la China o quizás en alguna de las decenas de ciudades de la Ruta de la Seda, tal vez su propio hermano, y le dijo a su socio “Mira, te doy este papel donde dice que vale por 10.000 monedas de oro puro, así no necesitas llevar a la India más que este papel con mi sello, tú me das ese valor en oro y allí mi hermano te dará las 10.000 monedas una vez le entregues el papel” y así nació el primer billete. Claro, por cada transacción de este tipo se cobraba una pequeña prima, pero se ahorraba mucho en otras cosas.


El negocio era inmenso y los fraudes también comenzaron a pulular, así que los gobiernos se hicieron cargo de asegurar a los usuarios que sus papeles tenían respaldo.


Pero me voy por las ramas, la historia posterior es de fraude institucionalizado, la creación de bancos centrales por parte de banqueros privados (léase Roschild) y la creación de las monedas nacionales, unas más fuertes que otras dependiendo de la de reservas en oro que tenía cada país. Aquí los grandes ganadores fueron los ingleses que son hasta el día de hoy los poseedores de las más grandes reservas de metales preciosos del mundo y que se ganó la fama de tener el Banco Central más seguro también y donde muchos países guardan su oro (1).


Pero lo dicho, el sistema necesita crecer indefinidamente para mantenerse, y al final no hay suficiente oro para respaldar todo el dinero y entonces el Gobierno permite que los bancos sólo tengan un porcentaje del dinero en sus arcas con los que cubrir los pagos de aquellos a los que se le ocurra pedir su oro, es decir, abandonar el sistema, que cuando el sistema va bien no suelen ser más del 5,1% por mes en países desarrollados y en situaciones extremas, hasta el 20% (2), pero no más, porque se confía y se cuida el sistema bancario por sobre todas las demás cosas.


Con el sistema basado en las reservas de oro, la cosa era peor, y solo provocaba que el valor del oro sea cada vez mayor, y se vino una gran crisis económica en los años 70, y como siempre, de las recurrentes crisis económicas, el más listo se beneficia y así, la primera potencia del mundo occidental, los Estados Unidos, reemplazó el oro, la máxima expresión de riqueza, por su propio papel moneda.

Este hecho ya se daba desde 1929 cuando los países débiles se apoyaban en los países fuertes para sostener sus sistemas monetarios. En un tiempo, Bolivia tenía reservas en Libras esterlinas por ejemplo, y desde los años 60 poco a poco fue el dólar, pues ambas monedas podían garantizar casi con total certeza su convertibilidad en oro.


Así es, el dólar es hoy el sistema de referencia, como dijimos antes, pero cuando se vino la crisis económica de los años 70 con inflación y estancamiento económico, y eso sumado a la Guerra de Vietnam, EEUU abandonó el Patrón Oro definitivamente e impuso su moneda como garantía por sí sola, es decir, nos dan su palabra de que su dinero siempre tendrá valor y son los dueños de la maquinita de hacer dinero, por lo que siempre que lo necesiten imprimen más y es el resto del mundo es el que lo paga (3).


De ahí su insistencia en “flexibilizar” los tipos de cambio, especialmente de los países débiles. Siempre que estos países se acogen a un tipo de cambio flexible, sus monedas nacionales terminan por devaluarse, es decir, que cada vez pagan más moneda nacional por un dólar.


Historia del tipo de cambio en Bolivia

En Bolivia hemos tenido decenas de monedas. En un principio continuamos usando las monedas españolas, las de ocho reales, y las que la Casa de la Moneda de Potosí empezó a emitir, fueron las mismas que durante la colonia, nada más que cambiaron la efigie del Rey por la de Simón Bolívar y se decidió que 8 reales pasaran a llamarse 1 Bolívar.

Posteriormente, a la par que otros países se empezaron a usar aleaciones de metales de menor valor, pues el valor de la moneda muchas veces superaba al que tenía impreso, lo que provocaba grandes pérdidas para el Estado.


Después de usar, Bolívares, Soles y otros cortes de moneda, por fin en 1863 se crea el Boliviano, emitiéndose en 1867 los primeros billetes, y perdiendo Bolivia parte de su independencia recién ganada, pues la Casa de la Moneda de Potosí, que se quedó con la tecnología de la época colonial, sede su monopolio de acuñación de moneda pasando este a la National Company of Bills de New York fue la encargada de confeccionar nuestros primeros billetes.


El Boliviano fue la moneda nacional durante los siguientes 100 años, donde sufrió una serie de catástrofes, hiperinflaciones, devaluaciones y cambios en sus cuatro grandes emisiones por parte del Banco Central, hasta que después de la revolución del 52 y las reformas “liberales” del Gobierno, hicieron que se cree una nueva moneda que en 1962 mediante decreto supremo creaba el Peso Boliviano, que no era más que la eliminación de 3 ceros del Boliviano, para “recuperar” su valor.

Esta moneda entró también en declive con la segunda gran hiperinflación de la historia de Bolivia y en 1985 se recurre al mismo truco, nada más que esta vez se tuvieron que eliminar 6 ceros, y se reinstaura el Boliviano con equivalencia de 1BS por 1$us, que por supuesto no duró mucho, pues el dólar siempre gana y para 2006 el valor de un dólar norteamericano en Bolivia era de 8,09 Bs, dentro de un sistema de tipo de cambio flexible, que a pesar de todo era bastante estable (4).


¿Quién es Lucho Arce?


Luis Alberto Arce Catacora, es un economista boliviano, nacido de una familia de clase media paceña y cuyos dos padres eran profesores de colegio.

Al egresar del colegio rápidamente se inclina por las ciencias económicas y comienza su brillante carrera en el prestigioso Instituto Bancario de La Paz de donde egresa con el título de Contador General en 1984 a la edad de 21 años.

Posteriormente y trabajando ya para el Banco Central de Bolivia donde transcurrió la mayor parte de su carrera, ingresa en la Universidad Mayor de San Andrés, también de La Paz, en la carrera de Economía donde obtiene el título de Licenciado con 28 años de edad y con un brillante expediente académico lo que le da la posibilidad de realizar una maestría en una de las universidades más prestigiosas del mundo.


Es en Inglaterra, en la Universidad de Warwick donde en 1997 obtiene el Master en Ciencias Económicas, y donde perfecciona sus conocimientos del idioma inglés, además de ya saber hablar Portugués y Aymara (5).


Durante el gobierno de Evo Morales, Luis Arce es designado Ministro de Economía y Finanzas, siendo esta etapa de su carrera la culminante hasta el momento, pues muchos están de acuerdo en que es el artífice el resurgimiento económico de Bolivia (6), así como también uno de los mejores ministros de economía de la región (7).


También es Catedrático de Economía en diversas universidades de Bolivia, y ha dado clases magistrales y disertaciones en varias universidades del mundo.


Tipo de cambio


El tipo de cambio es, la relación del valor de una moneda con otra, es decir, que es la cantidad de nuestra moneda que debemos dar para obtener la de otro país.

Es importante saber también saber lo que significa moneda de reserva, que como ya mencionamos antes, no es más que una moneda fuerte en la que las débiles se apoyan para no perder valor. Es por esta razón que el Banco Central de Bolivia mide sus Reservas Internacionales en Dólares, y de hecho el 53% de estas son dólares estadounidenses, si bien hay que mencionar también que Bolivia tiene reservas en oro, haciendo un total de 50 toneladas de este metal siendo uno de los países con más reservas en oro de la región, aunque esto sólo supone un 20% siendo que el restante 25% están compuestas por otras divisas como la Libra esterlina, el Yen y Euros (8).

El tipo de cambio más relevante en este caso es el que mide la relación entre el Boliviano y el Dólar estadounidense, pues tanto para transacciones internacionales, como para cualquier movimiento financiero, esta es la medida fiable del nivel económico de nuestro país, pues si tan sólo diéramos los datos en bolivianos, estos revelarían poca información y esto sirve principalmente para la estabilidad de las transacciones internacionales, que tienen al dólar como referente estable y como modo de información para agentes extranjeros interesados en comerciar con Bolivia, que como dijimos antes es consecuencia de la imposición de EEUU de su moneda en el concierto internacional.


Tipo de cambio fijo y flexible

La doctrina económica dominante, me refiero a la liberal, aboga por la “libertad del mercado”, es decir, que de forma “natural” son los agentes de la economía, quienes mediante sus interacciones pondrán el precio de un bien mediante la oferta y la demanda. Eso sería más o menos la idea de la “mano invisible” del mercado descrita por Adam Smith allá por el siglo XVIII.


Las monedas o divisas son en este caso, tratadas como bienes cuyo precio medido en otras monedas varía hasta encontrar un “precio justo” que se debe pagar por ella dependiendo de varios factores entre los que están los productos que ofertan los países, o la demanda de esa moneda, como por ejemplo pasa con el dólar americano que es fuertemente demandado ya que es la moneda de reserva en la mayoría de países del mundo y con la que se realizan casi todas las transacciones del mundo.


Las principales entidades financieras decididamente apuestan por los tipos de cambio flexibles y la menor participación del Estado en los procesos del mercado.

Pero lo importante es cómo se forma este precio en un país. La teoría perfecta del libre mercado dice que no puede existir un índice, sino que el precio se establece de forma natural y de forma natural y espontánea se mantiene en su punto de equilibrio, en este caso la teoría no falla, y se logra un punto en el que todos están contentos como el precio final.


En la realidad, estas fluctuaciones provocan desestabilidad y desconfianza por lo que la mayoría de los gobiernos optan por una “flotación sucia” del tipo de cambio que no es más que poner márgenes por arriba y por debajo de un cierto nivel que los Gobiernos consideran beneficioso para sus intereses, lo que al final siempre significa intervención del Estado aunque de boca para afuera se diga que los Bancos Centrales son autónomos y ellos determinan los indicadores siguiendo solamente dictados económicos no políticos.


Bolivia opta después de 1988 por este tipo de cambio con flotación sucia, aunque el tipo de cambio de referencia fue aumentando sustancialmente desde el 1 a 1 de 1986 hasta el máximo de 8,09 de 2006 cuando los altos precios internacionales de las materias primas generaron altos ingresos a Bolivia con lo que la entrada de divisas extranjeras permitieron que el Boliviano se revalorice.

Para realizar esta flotación, el Gobierno de Bolivia inyecta al mercado los dólares de los que dispone en sus Reservas Internacionales para subir o bajar su valor según convenga, por ejemplo, cuando el principal producto que exporta baja de precio (en dólares), hace que el precio del dólar respecto al boliviano aumente para disminuir las pérdidas ocasionadas por la bajada del precio al poder comprar más bolivianos con esos pocos dólares.


Es decir, se hace atractivo el precio de nuestros productos en el extranjero, lo que beneficia al exportador y en ciertos contextos mejora la balanza comercial.

Por otro lado, dejar cierta flexibilización del tipo de cambio hace que el país no necesite gastar en demasía sus reservas para mantener un nivel de tipo de cambio, ya que para controlar el nivel que considera óptimo, necesita “sacrificarlas”. Por último, dejar que el mercado regularice el tipo de cambio hace que el Banco Central tenga libertad de actuar sobre otras variables de la economía que no afectan directamente a las reservas.


El Tipo de Cambio Fijo en Bolivia


Mantener un tipo de cambio fijo supone que los agentes del sector público hagan ajustes en sus políticas para hacer que eso sea posible. En Bolivia esto se pudo dar gracias a las crecientes reservas internacionales provenientes de los ingresos por los hidrocarburos, pero también por la política de bolivianización de la economía, y ambas cosas se apoyan mutuamente. Así el Gobierno inyecta o quita dólares del mercado para mantener el tipo de cambio, pero también incentiva a que los agentes privados demanden más moneda nacional para no tener que usar las reservas más que lo necesario. A su vez, los agentes privados pueden realizar todas sus transacciones en bolivianos porque un tipo de cambio fijo les da confianza en su moneda, lo que elimina la necesidad de adquirir dólares y aumenta la demanda de Bolivianos.


Sin embargo, ante cualquier imprevisto, Bolivia en los últimos 14 años, dispuso de miles de millones de dólares de respaldo e ingresos constantes, para dar esa estabilidad que tanto faltó en tiempos precedentes, aunque sacrificando eso sí, al gran sector exportador.


Es verdad que este sacrificio cuesta mucho a largo plazo, pero en el corto y mediano plazo ha sido beneficioso tanto para el otro lado del comercio, que es el importador, como para los consumidores que se benefician de precios relativamente baratos del exterior.


Latinoamérica ha sufrido mucho con la volatilidad del tipo de cambio de sus monedas nacionales, y en casos como el argentino o el venezolano han llevado a devaluaciones excesivas e inestabilidad.


Bolivia sin embargo no sólo ha gozado de estabilidad, tal vez algo más importante en estos momentos que la competitividad de nuestros pocos productos manufacturados de exportación, sino que además da independencia al país desde el punto de vista que es el mercado interno y la demanda interna la que crecientemente está creando la riqueza boliviana, esto también gracias a la política de redistribución de la riqueza aplicada por el Gobierno.


Lo que hizo el gobierno de Bolivia durante 14 años en resumen, fue sacrificar (o invertir, como se quiera ver) las reservas internacionales en aras de incentivar el mercado interno, la estabilidad económica y la independencia monetaria.


¿Qué pasa si se produce la anunciada flexibilización del tipo de cambio?


El FMI anunció que de darse debería ser de forma paulatina, y es verdad, tendría que darse así, pues la misma doctrina económica dice que las expectativas de los agentes económicos juegan un rol importante en la evolución de la actividad económica.

Una flexibilización beneficiaría de forma inmediata a los exportadores que no dudarían en devaluar el Boliviano (9) hasta donde sea necesario para hacer más atractivos sus productos.


Lamentablemente el sector exportador boliviano no aspira a competir en calidad, o en disminuir sus costes mediante utilización de tecnología o nuevas técnicas de producción. Lo importante para el exportador boliviano es competir en precio, es decir aumentar sus ventas en dólares sacrificando el Boliviano para obtener así sus ganancias.


Pero lo peor sería que se perdería la confianza que se tenía en la moneda nacional. Inmediatamente el dólar entraría en una espiral inflacionaria, pues todo el mundo querría hacerse con esta moneda de reserva, pues ya no se sabría como hasta ahora, qué ocurriría con el Boliviano.

Es por eso que en cuanto se conoció el anuncio del FMI, el Banco Central de Bolivia se encargó casi de inmediato de desmentirlo, porque sólo tal anuncio ya provocó una subida de la demanda del dólar en Bolivia, y aunque el tipo de cambio sigue manteniendo fijo en 6,96 Bs por dólar, el mercado paralelo o mercado negro ya puede estar fijando un precio superior. Hablando de esto último, otro gran logro del Gobierno boliviano fue controlar el mercado negro que apenas tuvo un par de centavos de diferencia con el mercado oficial, y eso fue gracias a la estabilidad y confianza en la economía.

Por otro lado, al depreciarse el Boliviano, los productos de importación se encarecerían lo que produciría inflación y una demanda cada vez mayor de dólares necesarios para pagar los productos extranjeros. Inflación y devaluación.

No menos importante será que los ahorros de los bolivianos verán disminuido su valor y los bancos tendrán que subir los tipo de interés que pagan por ellos para intentar mantener el valor de su dinero, lo que también provoca a su vez más inflación.

Evidentemente todo esto ocurrirá mientras el mercado cambiario se estabiliza, lo que puede durar años, y en este proceso, cualquier error en la política económica puede desembocar en catástrofes ya vistas en nuestros países vecinos, siendo el ejemplo más claro la Argentina, cuya moneda es ahora una de las más débiles de la región con una de las tasas de inflación más altas del mundo.

La teoría dice que en el mediano o largo plazo, la flexibilización del tipo de cambio trae más beneficios al país. Lamentablemente hemos visto que no es así. Latinoamérica ha sido víctima de ataques especulativos hacia sus monedas con el objetivo de ganar millones con este otro tipo de intervencionismo en el mercado, pues ya no son los gobiernos los que fijan el tipo de cambio, sino los grandes especuladores que en estos momentos tienen tanto poder que de un día para otro inyectar millones de unidades de cualquier moneda del mundo en los mercados de divisas para crear las condiciones que les convienen.

Debemos tener en cuenta también el dogmatismo del FMI que suele aplicar la misma receta para absolutamente todos los países sin tener en cuenta sus condiciones o particularidades. Estas recetas se pueden resumir en dos grandes políticas exigidas por este organismo: Austeridad, lo que significa recortes en sectores esenciales que generalmente son sanidad y educación y Flexibilización, lo que significa liberalización de nuestra economía en un contexto en el que necesita protección para poder desarrollarse.


Teniendo en cuenta nuestra situación, que aún contamos con las mismas condiciones que nos permitieron estabilidad económica y que no es necesario para un país en desarrollo, liberar su moneda, encima en un contexto de inestabilidad política, es poco aconsejable tocar el tipo de cambio, y de hecho sería totalmente contraproducente, pues beneficiaría tan sólo a una pequeña élite de exportadores cuyo aporte a la economía del país es minúsculo, más aún en un país como Bolivia que ha logrado a pasos agigantados que de forma creciente gran parte de su riqueza provenga del mercado interno (10).


Juan Illanes Gilmet

 

Referencias

1) “El Banco de Inglaterra no devolverá a Venezuela sus reservas de oro valoradas en 1.200 millones de dólares, comunicaron a Bloomberg varias fuentes cercanas al caso” https://mundo.sputniknews.com/economia/201901261085030643-banco-de-inglaterra-emprende-jugada-contra-venezuela/ 2) “El 90% de los bancos europeos soportaría dos meses en una crisis extrema de liquidez” https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/10/07/companias/1570453211_197763.html 3) “El dólar, un privilegio exorbitante para EEUU” https://www.elblogsalmon.com/economia/dolar-privilegio-exorbitante-para-estados-unidos 4) “Serie histórica del tipo de cambio en Bolivia” https://www.bcb.gob.bo/tiposDeCambioHistorico/index.php?anio=2006 5) Luis Alberto Arce Catacora. Currículum Vitae https://medios.economiayfinanzas.gob.bo/MH/documentos/Datos_VC/MEFP/CV.pdf 6) “Luis Alberto Arce, el hombre detrás del éxito de Evo Morales” https://www.wsj.com/articles/luis-alberto-arce-el-hombre-detras-del-exito-de-evo-morales-en-bolivia-1412896897 7) “Arce, puesto 8 en ranking de Ministros” https://www.eldia.com.bo/index.php?c=&articulo=Arce,-puesto-8-en-ranking-de-ministros&cat=357&pla=3&id_articulo=191251 8) “El Banco Central de Bolivia dedica el 20% de sus reservas internacionales a oro físico” https://oroinformacion.com/el-banco-central-de-bolivia-dedica-el-20-de-sus-reservas-internacionales-a-oro-fisico/ 9) Arce advierte que el Gobierno ‘hipotecó’ a su sucesor con sus compromisos ante el FMI https://www.la-razon.com/nacional/2020/05/30/arce-advierte-que-el-gobierno-hipoteco-a-su-sucesor-con-sus-compromisos-ante-el-fmi/ 10) “Bolivia. Mercado Interno impulsa crecimiento de la economía” https://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/bolivia-mercado-interno-impulsa-crecimiento-de-la-economia

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