Hay políticos que temen a la realización de Elecciones Generales, porque un posible retorno de la Democracia les pondría en la disyuntiva de huir del país o quedarse a enfrentar los juicios de responsabilidades que sin duda tarde o temprano llegarán. Mas, si los del Gobierno transitorio creen que su gestión es óptima y aseguran tener el respaldo ciudadano ¿A qué le temen?
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, afín al gobierno de Jeanine Añez, informó al pleno de la Cámara de Diputados que las elecciones generales se realizarán este año, entre el 28 de junio y el 27 de septiembre.
Tomando en cuenta ese parámetro que el propio TSE puso, los asambleístas del Movimiento Al Socialismo (MAS) indicaron mediante la aprobación de una Ley que las elecciones sean en 90 días computables desde el 4 de mayo, es decir, a más tardar hasta principios de agosto, ya que la fecha exacta la pone el TSE.
Pese a que el plazo puesto por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) está dentro de los propios parámetros del TSE, es evidente que Añez pretende quedarse hasta más allá de septiembre, y de ser posible dictar otra cuarentena a fin de postergar las elecciones indefinidamente. Esta posibilidad desea ser evitada por el MAS y otros sectores sociales preocupados porque en 6 meses del Gobierno Transitorio se ha observado acciones perjudiciales contra las mayorías nacionales y contra el patrimonio del Estado Plurinacional, por ejemplo: el fracaso del enfoque represivo en la lucha contra el coronavirus; los casos de corrupción en Entel y YPFB; el manejo poco transparente de las donaciones; el uso abusivo de bienes del Estado (avión presidencial) y los vínculos de algunas autoridades con el narcotráfico (caso de la ex autoridad Fernando Álvarez Peralta).
Senadores y diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS) aprobaron el 30 de abril una ley que obliga al TSE a que organice elecciones en 90 días contando desde mayo. El Gobierno Transitorio quiere que los 90 días empiecen a contarse desde el 28 de junio.
Ante la posibilidad de unas elecciones generales en agosto, todo el aparato estatal junto a sus medios de comunicación empezaron una campaña de acusaciones falsas contra el MAS por “atentar contra la salud de la población”. Veamos al coro de “demócratas” que pretenden evitar que el pueblo ejerza su derecho electoral.
MANFRED NO PODRÍA HUIR A EE.UU. Y QUIERE CERRAR LA ASAMBLEA
Quien teme más a unas elecciones democráticas - en la que probablemente gane el MAS- es Manfred Reyes Villa, quien desesperado no midió sus palabras y expresó que no debe haber elecciones en esta gestión y que se debe cerrar la Asamblea Legislativa Plurinacional para no pagarles sus salarios y entregar ese dinero (unos 70 millones de Bs.) al sistema de salud. Añadió sin pruebas que "El Movimiento Al Socialismo alista un golpe de Estado para posesionar a Eva Copa como presidenta del Estado Plurinacional".
A Reyes Villa no le deja dormir una posible victoria del MAS porque en ese caso le será muy difícil huir a EE.UU., pues la potencia ha cerrado sus fronteras para protegerse del coronavirus. En esta situación se encontrarían decenas de políticos, jefes militares y policiales que maquinaron el Golpe de Estado contra Evo Morales y avalaron el asesinato de 37 compatriotas. El retorno de la Democracia exigirá que se inicien varios juicios de responsabilidades.
OTROS QUE NO QUIEREN ELECCIONES PRONTAS
El senador de Unidad Demócrata (UD), Oscar Ortiz, advirtió el jueves que la sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en la que el MAS aprobó la ley que indica realizar elecciones a más tardar en 90 días, está viciada de nulidad. A Ortiz no le pareció que haya estado viciado de nulidad una posesión presidencial protagonizada por un militar y con la casi total ausencia de Asambleístas.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, fustigó la promulgación de la Ley de convocatoria a elecciones generales, por parte de la Presidenta de la ALP, Eva Copa. "Debemos ocuparnos de la salud, es la prioridad de la gente, del Gobierno y como es de todas las autoridades en cualquier punto del país”, aseveró Revilla, quien es criticado por alquilar de un aliado político suyo, un hotel de 5 estrellas por 11 millones de Bs. para atender a posibles infectados de coronavirus.
El candidato a la presidencia, Carlos Mesa, sin pruebas calificó de irresponsable la violencia generada por “partidarios del MAS” para “causar caos” en el país en plena emergencia sanitaria por el coronavirus y planteó la instalación de un diálogo nacional. Mesa olvidó que fue la punta de lanza que sin esperar el conteo final de votos de las elecciones de octubre de 2019, mandó a sus correligionarios a movilizarse contra la victoria del MAS, iniciándose así los hechos violentos del golpe cívico-militar.
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez; el representante del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Waldo Albarracín; el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Israel Alanoca; la diputada de Unidad Demócrata, Shirley Franco y hasta el analista Franklin Pareja (que en enero aplaudió la prórroga del mandato de Añez) criticaron al unísono la premura del MAS para llamar a elecciones democráticas. Alanoca dijo que presentarán un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) contra la ley electoral aprobada por el MAS.
Empleando argucias legales, los defensores del régimen de Añez podrán postergar las elecciones, pero no podrán detenerla para siempre.
Fuentes:
. Agencia Abi