“No se dejen meter caca en la cabeza”, fue el odorífero consejo que la Cabeza del Ministerio de Gobierno, Arturo Murillo, dio a los policías del país. ¿Qué tiene en la cabeza el Ministro para expresar palabras tan pestilentes?
Cada vez que Murillo pone a funcionar su “materia gris-amarilla” es para amenazar o agredir verbalmente, en especial a las personas bajo su mando. Muchos policías creen que la gota que rebasará el vaso está cerca.
Es comprensible que buena parte de la población sienta rencor contra la institución “verde olivo” porque encabezó un motín que fortaleció al movimiento golpista. Pero lo que no es comprensible es el maltrato que reciben de su propio Jefe, el Ministro de Gobierno. Veamos las 7 maneras en que Arturo Murillo falta el respeto a los policías del país:
Manera Nº 1: Los policías cayeron ingenuamente en el engaño de que apoyando al golpe de estado – en noviembre de 2019- iban a tener fácilmente un trato digno de militares. El Gobierno transitorio no cumplió ni cumplirá lo prometido.
Manera Nº 2: Luego del golpe cívico-militar, mediante una carta dirigida a Murillo, fechada el 25 de noviembre de 2019, los policías le recuerdan considerar la: “Propuesta de Nivelación Salarial para las y los Funcionarios Públicos de la Policía Boliviana, equiparando a las Fuerzas Armadas de la Nación y los Beneficios Colaterales”. En una entrevista el periodista Jhon Arandia le recordó a Murillo la promesa que hicieron a los policías de subirles su jubilación. Murillo molesto amenazó a los policías con la cárcel si se empecinaban en exigir incremento y jubilación.
Manera Nº 3: Murillo, un omiso, se da el lujo de violentar verbal y psicológicamente a uniformados de todo rango. En su intento de disipar los temores de varios policías que temían salir a las calles sin implementos de protección contra el coronavirus, Murillo dijo: “Se están dejando meter caca en la cabeza”. El lenguaje con que se dirige a los uniformados ya expresa el nivel de consideración que les tiene. Dime cómo hablas y te diré quién eres.
Manera Nº 4: Murillo no gestiona las suficientes medidas de seguridad para los hombres y mujeres policías, de los cuales 2 ya murieron y casi 80 están infectados con el virus. En conferencia de prensa en Santa Cruz, se le consultó a Murillo sobre si se tenía planificado la entrega de nuevo material de bioseguridad para los policías: “Todos están dotados de lo mismo que tengo yo (barbijo). No necesitamos vestirnos de marcianos”, respondió con sarcasmo; minimizando con burla la seguridad que toda persona tiene derecho a exigir para preservar su vida y la de sus familiares.
Manera Nº 5: Arturo Murillo amenaza a sus subalternos con despido si no cumplen ciegamente sus órdenes. Como se dice coloquialmente: “Hay maneras, y MANERAS de expresarse”. “Todos hemos un juramento de defender a nuestra patria (…) nadie obliga a nadie; si un ayudante mío no quiere trabajar porque tiene miedo, no hay problema, tener miedo es un derecho (…) ¡Si no quieren cumplir su tarea váyanse!”, dijo Murillo al saber que los policías exigían dotación urgente de overoles, barbijos, guantes y alcohol en gel.
Manera Nº 6: La página de Facebook “Bolivia TV del Pueblo” publicó el 28 de abril de 2020 un video en el que Arturo Murillo vuelve a intimidar a sus subalternos al amenazarles con que si intentan realizar algún tipo de protesta o motín irían presos por 10 años. Dejando claro que la policía no está para reclamar mejores condiciones salariales o de seguridad.
Manera Nº 7: A principios de mayo circuló en Redes Sociales una carta atribuida a un policía que expresa su descontento por la escasa dotación de material de bioseguridad, asimismo, reclamaba por los cambios de destino que se estaría planificando desde el Ministerio de Gobierno a fin de conjurar un motín. ¿Cómo respondió Arturo Murillo? Fuentes extraoficiales señalan que el Ministro ordenó identificar a unos 4.000 policías descontentos para “relocalizarles” en plena pandemia a distintos puntos del país. Esta medida causó más rencor hacia Murillo y el régimen de Añez. Los policías de bajo rango estarían más molestos porque serían testigos de cómo sus jefes reciben bastante dinero para respaldar al régimen de Añez.
La respuesta policial va subiendo de tono. La señora Ruth Nina, dirigente nacional de la Anesclapol (Asociación Nacional de Esposas de Suboficiales, Sargentos, Cabos y Policías) el 28 de abril dijo en contacto telefónico con Radio Fedecomin La Paz, lo siguiente:
“Al Murillo queremos decirle. ¡Gracias a quién está de Ministro! ¡Gracias a quién la Presidenta está sentada en el Palacio! ¡Que recuerde (que es) gracias al pueblo y a la policía! (…) Ya nos hemos declarado en estado de emergencia, y vamos a ver que determinación tomar. Si realmente el gobierno no escucha este pedido clamoroso veremos qué medidas tomamos”, señaló. “Nosotros al señor ministro Murillo, le pedimos que ahora sí nos tome en serio… porque ellos nos conocen (…) saben quién es la Anesclapol, saben hasta qué punto podemos nosotros levantarnos en favor del pueblo boliviano, en favor de la vida, esta vez en favor de estos sectores médicos y la policía boliviana”, amenazó.
El 2 de mayo falleció en Montero (Santa Cruz) un teniente de policía atacado por el covid-19. Justamente ese día circuló en redes sociales otra carta dirigida a Arturo murillo, en la que una “Asociación de Suboficiales, Sargentos, Cabos y Policías” expresa: “Nos dirigimos al dictador Arturo Murillo para recordarle que así como lo pusimos a él y a su gobierno en el poder podemos sacarlo a patadas de su Ministerio, no aceptamos que nadie nos insulte ni se burle de la Institución Policial, sus declaraciones desaprensivas que mellan la dignidad de los policías no le permitiremos más”. En el escrito firmado solo por “UTOP Bolivia”, expresan su pesar por la muerte del teniente Pablo Daniel Antezana, recriminando duramente a Murillo por no reforzar los equipos de seguridad contra el virus.
El descontento policial es tal, que ya se suscitaron varios intentos de amotinamiento, por lo que se habría cambiado inclusive a los edecanes de los Ministros. Este enfado es fruto del maltrato del mismo gobierno para con sus guardianes, sin embargo, Murillo vuelve a usar su “materia gris-amarilla” para echarle la culpa a algunos periodistas y políticos con “mente retorcida”.
Cuenta la historia que en la lejana Grecia había un rey que convertía en oro todo lo que sus manos tocaban. Cuentan las redes sociales – a pesar de la censura y la autocensura de la prensa- que hay en Bolivia un reyecillo cuya lengua convierte en heces todo lo que toca. Un don que nadie le envidia.