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“¡Váyanse de aquí indios de m…! ¿A qué vienen aquí?” A 12 años de la Humillación en Sucre

#Columna | Henry Ayala

La Ley N° 024 sanciona penalmente estas actitudes, por lo que regresar a la vieja Republica colonial y excluyente no es una posibilidad

Un día como hoy, 24 de mayo de 2008, campesinos e indígenas se encontraban en la ciudad de Sucre concentrados en espera del arribo de quien en ese momento fungía como Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales, quien tenía que realizar la entrega de ambulancias para sus comunidades, este evento no pudo llevarse a cabo, debido a que una multitud organizada por el denominado Comité Interinstitucional de Chuquisaca, aprovecho que la Asamblea Constituyente que daría origen a la actual Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, se encontraba en pleno desarrollo, para levantar la bandera regional de “Capitalia Plena para Chuquisaca”, no permitiendo el arribo de Evo Morales, ejecutando para dicho fin, acciones violentas contra los campesinos, indígenas y las fuerzas del orden, acordando con estos últimos, su repliegue, dejando sin protección a los desarmados campesinos, hecho que permitió a los seguidores del Comité Interinstitucional, desataran su racismo y discriminación. El trabajo del Comité Interinstitucional en alianza con el proyecto separatista denominado Media Luna era instalar en el imaginario de la población chuquisaqueña, un clima regionalista lleno de resentimiento, con discursos que llamaban a la confrontación contra el enemigo indio, campesino, masista, andino, de piel morena o aquel que se les opusiera aun sea este del sector urbano, estrategia que les posibilito naturalizar el odio y normalizar el uso de adjetivos racistas y discriminatorios, que llevaron al límite la intolerancia. El fatídico día, universitarios organizados en grupos de choque, por el rector de la Universidad San Francisco Xavier, se apostaron del Stadium Patria, para evitar que Evo Morales pisara Sucre y que los campesinos ingresen a la ciudad, para ello con antelación se armaron de palos, dinamitas, petardos, piedras y otros objetos contundentes con los que más tarde agredieron cruelmente a los campesinos. Fruto de la acción violenta lograron detener a alrededor de 50 campesinos a quienes sometieron a un callejon oscuro donde los golpearon sin contemplación, llevándolos en una ininterrumpida golpiza hacia una avenida principal, donde fueron obligaron a sacarse las abarcas, tras verterles un sin número de insultos raciales, les forzaron a tomarse del brazo formando columnas, sometidos a una caminata cruel llena de agresiones físicas y verbales: “Ahora ustedes son esclavos, indios masistas, ahora vamos a ver indios, han llegado a nuestras manos, vamos a llevarlos a la plaza a quemarlos”, ya en la Plaza 25 de mayo, les hicieron desnudar su torso, para que los grupos de choque, en señal de victoria quemaran sus ponchos, wiphalas y banderas del MAS, los pusieron de rodillas, para después hacerles besar el suelo, mientras les intimaban a decir que Evo les había pagado para ir a la concentración. Los indígenas resignados al capricho de sus captores tuvieron que obedecer y besar la bandera chuquisaqueña que representaba la esclavitud a la que fueron sometidos sus antepasados, fueron forzados a pedir perdón por pretender ingresar a la ciudad, para luego ser liberados entre gritos amenazantes de, “No queremos ver a los indios. Váyanse de Sucre. ¡Háganse… pepa carajo!!, indios de m... ¡Ya escápense!, ¡Perderse!”, hasta en su escape fueron vilmente golpeados y humillados. Como acto de desagravio a los indígenas y campesinos, víctimas de este nefasto episodio de nuestra historia, se declaró el 24 mayo como día Nacional contra el Racismo y toda forma de Discriminación y recordamos a quienes han olvidado que la intolerancia solo trae dolor y sufrimiento, que el racismo y la discriminación está prohibida por la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y que la Ley N° 024 sanciona penalmente estas actitudes, por lo que regresar a la vieja Republica colonial y excluyente no es una posibilidad, al menos los que creemos en la igualdad de derechos no lo permitiremos.


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