Jeanine Añez, califica las acciones de la ALP, con mayoría del MAS, como “canalladas”, ya que en tiempos de emergencia por la pandemia, no se deben hacer observaciones a las medidas asumidas por ella y su gabinete, simplemente se deberían aprobar sin mayores cuestionamientos.
La presidenta de facto, al más puro estilo de su ministro Murillo, dejo de lado la concertación y la negociación para dar rienda suelta a la imposición y extorsión. Así como Arturo Murillo, presiona a los sectores sociales con la detención de dirigentes y los “encapsulamientos”, para que mantengan un buen comportamiento, ahora Añez intenta presionar a los senadores y diputados condicionando el pago del “Bono Salud” de Bs. 500.- con la aprobación de los prestamos millonarios de organismos internacionales, cuyo proceso se encuentra estancado por observaciones que el ejecutivo no pretende resolver. En otras palabras, si la ALP no aprueba los todos los préstamos, la población no recibirá asistencia económica del estado.
Al parecer, para Jeanine Añez, ya no existe la Asamblea Legislativa Plurinacional, ya que se refiere a ella como “Asamblea Masista” y considera que debe “ponerse la mano al pecho” y dejar la mezquindad para aprobar los créditos que suman al menos 1700 Millones de dólares, que supuestamente serían destinados a la lucha contra el coronavirus.
Lo cierto es que la gestión de la presidenta y su gabinete, ha estado marcada por la ineficiencia y las contradicciones. Ahora anuncia el pago de un bono para el cual, aun no se tenían los recursos económicos garantizados y pide al órgano legislativo que apruebe grandes préstamos para ponerlos en manos de una administración oscura, que hasta ahora no esclarece los escándalos de corrupción. Sin lugar a dudas, estas declaraciones traen a la memoria los bonos neoliberales como el “Bono Sol”, que no resultaron ser más que migajas, echadas al pueblo de la mano del saqueador para llevarse su botín impunemente, en valijas y con rumbo a Miami.