Hay dos instituciones crediticias temidas en América Latina porque sus servicios financieros conllevan una serie de garantías y exigencias que tienen un alto costo social, y se las cobran “cueste lo que cueste”. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) son entidades controladas por EE.UU. y ya están en Bolivia.
Después de 14 años de soberanía económica y crecimiento, el gobierno transitorio de Añez ha vuelto a extender la mano a entidades financieras internacionales cuestionadas por la imposición de sus “recetas” económicas que dejan tras de sí, una secuelas de movilizaciones sociales, pobreza, inestabilidad social, política e inclusive muertos.
BILLETES A CAMBIO DE SOBERANÍA
De acuerdo a la agencia de noticias ABI, el FMI aprobó un crédito de 327 millones de dólares, mediante un Instrumento de Financiamiento Rápido, supuestamente para combatir la pandemia de Covid-19. Este dinero seria para afrontar el “gasto social” y para apoyar a las “empresas” (léase grandes empresarios).
Muy raro es el banco que presta dinero en menos de 72 horas. Sin embargo, al gobierno transitorio de Añez el FMI le aprobó el 18 de abril 327 millones de dólares, en menos de 48 horas. ¿Qué garantías pidió el Banco? No se dijo, pero EE.UU. y sus entidades financieras saben que Bolivia tiene mucho litio, pues el petróleo vale muy poco hoy en día.
Mitsuhiro Furusawa, subdirector gerente y Presidente interino del FMI, citado por la agencia ABI dijo: “Con este fin se comprometen (los del gobierno) a alcanzar un déficit fiscal sostenible en el mediano plazo, mientras continúan manteniendo un fuerte apoyo al gasto social y a adoptar otras medidas macro y financieras según sea necesario”.
Por otra parte, también ha retornado al país la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) con una “inversión” minúscula que sin embargo pretende sacar buen provecho político primero y económico después: 750.000 dólares. El analista político Jorge Richter se preguntó: “Cual es efectivamente la necesidad del país para recurrir a créditos con instituciones que le han dado un muy mal sabor históricamente”.
El MAS (Movimiento Al Socialismo) ve en esta incursión económica extranjera ligada a Estados Unidos un gran riesgo para la soberanía del país. “Nos están sometiendo a ciertas cláusulas de déficit fiscal, y otras metas que este gobierno ya se ha comprometido con el Fondo Monetario. Entonces vamos a tener rupturas y problemas con el cumplimiento de estas metas, porque antes no teníamos, recordemos, ninguna atadura con el FMI”, declaró el candidato presidencial del MAS, Luis Arce a radio San Gabriel y que el periódico La Razón reprodujo. Arce Catacora acotó que estos créditos condicionados definirán los destinos económicos del país y le llevarán al abismo con la consigna de libre mercado.
BUSCAN MAS PRÉSTAMOS
El gobierno transitorio recibió otras donaciones que sumadas son 1,4 millones de dólares. De acuerdo al Ministerio de Planificación la Embajada de Francia donó 39.000 dólares; el Banco de Desarrollo de América Latina 400.000 dólares; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) donó equipo médicos valuados en 498.656 dólares; el Fonplata donó 200.000 dólares; el Banco de Desarrollo de Alemania donó 287.356 dólares.
Este Ministerio, mediante un comunicado, informó que continúa gestionando más créditos con diferentes organismos internacionales. Para esto ya está tramitando ante el Banco Mundial la rebaja de categoría de país para recibir créditos más “benevolentes”. De acuerdo a La Razón, el Viceministro de Inversión Pública y Financiamiento Externo, Gonzalo Quiroga, Bolivia busca ser considerado un “país de ingreso medio-bajo y ya no un país de ingreso medio-alto”. ¿Será una premonición de lo que se viene para el país?
El diputado del MAS Víctor Borda, afirmó en medios de prensa que realizarán acciones para conocer el destino de esas donaciones. Según Borda, el gobierno transitorio recibió en donación de la Unión Europea 5 millones de euros, 4.5 millones de dólares del Japón, el resto de la comunidad internacional habría garantizado 100 millones de dólares y el BCB habría prestado al régimen de Añez otro millón. La banca privada boliviana (Asoban) donó 22 millones de bolivianos.
La diputada del MAS, Concepción Ortiz, adelantó que promoverá la conformación de una comisión mixta para fiscalizar las acciones del gobierno.
FMI E INESTABILIDAD SOCIAL
El FMI suele exigir a los gobiernos deudores condiciones tan duras que muchas veces se producen conflictos sociales e inclusive revueltas populares. Recordemos que detrás de la implantación violenta del neoliberalismo en Bolivia (Decreto Supremo 21060) estaban el FMI y el BM. Estas entidades financieras no se hacen problema de respaldar económicamente a gobiernos de cuestionada legalidad y legitimidad, tal es caso de los dictadores argentinos Aramburo y Videla; o Hugo Banzer y Añez en Bolivia.
El FMI y el Banco Mundial surgieron de la conferencia internacional realizada en 1944 en el pueblo de Breeton Woods (EE.UU), cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin. Inició actividades en diciembre de 1945. El FMI tiene como mayor accionista a EE.UU. con el 17%, el resto está distribuido entre Japón, Alemania, Inglaterra, China, Rusia y Arabia Saudita.
El dinero del FMI llega a los gobiernos, pero muchos gobiernos no hacen políticas verdaderamente beneficiosas para las mayorías. Todo préstamo del FMI viene con exigencias, condiciones e inclusive chantajes perjudiciales para los sectores más humildes.
Hay muchos ejemplos en América Latina de revueltas populares contra las políticas del FMI. En octubre de 2019 en Ecuador el presidente Lenín Moreno tuvo que huir de Quito a Guayaquil para contener las protestas populares contra el “paquetazo” del FMI. En Argentina, la población derrotó contundentemente en las urnas al presidente Mauricio Macri cuyos planes privatizadores fueron aplaudidos por el FMI, inclusive le prestó casi 60.000 millones de dólares. Hoy Macri no está ¿Quiénes pagan esta deuda?
INSTITUCIÓN A PRUEBA DE RECLAMOS
Cuentan que un especialista del FMI llegó a Bolivia y cuando se subió al taxi el conductor le preguntó:
- ¿Viene seguido a Bolivia?
- Es la primera vez, pero yo te indicaré el camino, conduce. Le ordenó.
El FMI con sede en Washington, no se responsabiliza de los daños que puedan ocasionar sus políticas, goza de inmunidad en cuanto a procedimientos judiciales, sus archivos son inviolables y tiene inmunidad tributaria.
Esta entidad financiera que desconoce las realidades de sus países deudores promueve la libertad de comercio, pero su principal accionista es proteccionista. El FMI presta dinero en momentos de gran necesidad y cobra caro exigiendo medidas de ajuste estructural (reducción del déficit fiscal, eliminación de subsidios, devaluación de monedas, privatizaciones, cortes de subvenciones, disminución de gastos en salud y educación, etc.).
Tales medidas, supuestamente previstas para mejorar la situación de los pueblos, han desencadenado revueltas populares. Según el analista económico Diego Sánchez Ancochea, citado por BBC: “El FMI se ha equivocado muchas veces. Se ha equivocado en el análisis de la enfermedad que tienen los países y no ha acertado, porque si el diagnóstico no es bueno, la medicina suele fallar”.
Una prueba del “altruismo” del BM y el FMI es su sincera preocupación por la vida de la gente, es decir, la cantidad de años que viven las personas “que no producen”. “Si el promedio de vida aumenta 3 años más de los previsto para 2050, el coste del envejecimiento - que ya es enorme para los gobiernos, las empresas aseguradoras y particulares- aumentaría un 50% en las economías avanzadas”, dijo el FMI en su informe de 2012. Es decir, al FMI le preocupa que la gente viva demasiado, por lo que “sugieren” que se recorten las prestaciones sociales y se retrase la edad de jubilación.
En este contexto mundial de pandemia, la muerte de miles de ancianos “improductivos” probablemente para el FMI y el BM signifique un sacrificio necesario para aplacar la sed y la cólera de su dios Capitalismo.
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