A las 20:10 hora Boliviana, este primero de Junio del 2020; Donald Trump, el presidente líder de los supremacistas blancos en Estados Unidos, a través de la red social Twitter, ha anunciado la Ley de Insurrección en dicho país debido a las manifestaciones que no se detienen desde hace 7 días debido al asesinato de George Floyd, un afromericano, por parte de la policía blanca en Minneapolis, Minnesota.
La muerte de George Floyd es una de las tantas muertes sumadas a la brutalidad policial en Estados Unidos en contra de la población negra de dicho país, que viene denunciando estos actos de racismo sistemático desde hace años. Las protestas pacíficas han invadido a la nación sin que haya cambiado nada en todos estos años. La población negra, cansada de tantos abusos y enfurecida por la brutalidad del último asesinato, ha salido a manifestarse de forma pacífica, pero también de forma violenta, habiendo quemado 3 estaciones policiales en Minnesota, atacado la central de CNN en Atlanta, invadido y atacado el edificio de la gobernación de Ohio, y ayer atacado los entornos de la Casa Blanca en Washington DC.
Trump no ha reconocido que la causa de la violencia en estas protestas son a causa del cansancio de abuso y años de no ser escuchados como comunidad, y tampoco ha reconocido que son protestas en contra de la supremacía blanca, porque la comunidad negra ha salido a manifestarse junto a otras comunidades también oprimidas por la discriminación racial en Estados Unidos, como la comunidad latina y nativoamericana.
Como un libreto ya bien conocido en América Latina y particularmente en Bolivia desde el inicio de la gestión del gobierno interino, Trump no ha reconocido las causas de las protestas ni de los manifestantes, pero se ha dedicado a estigmatizarlos, y los medios de comunicación han repetido este mismo panfleto. Han llamado a los manifestantes vándalos, delincuentes, y por supuesto; terroristas.
Ante la incapacidad de contener el enojo de una marea cansada de la doble moral, del crecimiento del fascismo dentro de su propio país, Donald Trump acaba de declarar a través de su cuenta de Twitter que aplicará la Ley de Insurrección 1807, que indica que los gobernadores de los estados tienen la misma potestad que el presidente del país norteamericano para movilizar al ejército para contener a los manifestantes y las protestas.
Ha declarado que si los gobernadores se negarán a usar dicha ley, Donald Trump lo haría en persona por ellos.
Trump, también ha anunciado estado de sitio desde las 19:00 horas en cada una de las ciudades movilizadas.
50 ciudades se han sumado a las protestas que han comenzado hace 1 semana en Minnesota. El ejército de Estado Unidos se sumará a la policía para reprimir las protestas en estas 50 ciudades.
El ejército –se supone- está hecho para combatir a los enemigos foráneos de un país. La policía está hecha para –se supone- proteger y servir a la población civil. Cuando los militares “deben” cumplir la labor por la que la policía está hecha es cuando se ha roto la democracia pues, el enemigo del país se convierte la misma población civil.
Trump cree que no se debe combatir la raíz de los problemas que es la desigualdad social, política y económica basada en el colonialismo racial, sino “imponer la ley y el orden” a la fuerza bruta.